Este tipo de terapia tiene como principal objetivo el eliminar conductas no deseadas y reforzar las conductas deseables. 
El tratamiento es muy eficaz para mejorar el comportamiento de los niños y niñas. El apoyo, la constancia de la familia y un entorno favorable son herramientas para lograr los objetivos trazados y mejorar la conducta en el ámbito educativo, social, y familiar. 
Algunas de las dificultades que se pueden mejorar con estas técnicas son:
•    Disminuir y eliminar rabietas. 
•    Control de esfínteres (acudir al baño).
•    Modificación de la agresividad.
•    Autocontrol del enojo. 
•    Mejorar el seguimiento de instrucciones. 
•    Lograr que el niño realice sus deberes de manera eficaz.